Actualmente existen 8 fabricantes en el mundo de las impresoras 3D que trabajan con polvos metálicos y calor. Uno se encuentra ubicado en el Reino Unido, otro en los Estados Unidos, otro en Suecia, cuatro en Alemania y uno en Italia. Tres de ellos forman parte de grupos más grandes que son líderes en los campos tecnológicos de sustracció. Sisma, el único fabricante italiano de impresoras 3d SLM, es uno de ellos.
Con su central establecida en Vicenza, uno de los centros italianos de la industria joyera, Sisma fue la primera compañía en perfeccionar la fabricación aditiva directa de metales preciosos. El oro y otras aleaciones de metales preciosos son algunos de los materiales en polvo que se usan para imprimir en 3D con su máquina de sinterizado estrella, la MySint100, lanzada por la empresa en 2014.
A través de Lisa Micheletto, responsable del equipo de fabricación aditiva de metales de Sisma, tuve la oportunidad de visitar la sede e instalaciones de producción de la compañía. El centro se encuentra ubicado en Piovene Rocchette, una pequeña ciudad en el Véneto, en el productivo Noreste italiano. La compañía es muy conocida a nivel internacional y ha formado recientemente una empresa específicamente dedicada a la fabricación aditiva con el grupo alemán Trumpf.
Su edificio central es luminoso, espacioso y moderno. Tanto por dentro como por fuera. Ingenieros, investigadores y evaluadores trabajan en torno a un gran espacio abierto con varias salas dedicadas a diferentes actividades.
Nos sentamos alrededor de una mesa en un espacio abierto rodeado por máquinas CNC, cortadoras láser e impresoras 3D MySint. El resto de maquinaria, como más tarde descubrí, se encuentra en la planta de montaje y en salas específicamente preparadas para el control de calidad. “Como en todas las áreas de producción nos encontramos con que los diseñadores aún tienen que entender completamente cómo tomar ventaja de la capacidad que tiene una impresora 3D de metales para crear productos únicos que ofrecen nuevas posibilidades en cuanto a forma y rendimiento”, dice Lisa Micheletto.
“Si desea usar una impresora 3D para fabricar los mismos productos que ya está produciendo con otros métodos, simplemente un poco más rápido, entonces usted está usando sólo una pequeña parte de lo que la máquina puede ofrecerle. Para conseguir un rendimiento eficaz, hay que evaluar la forma, los soportes, las exigencias de velocidad y el tiempo necesarios para el acabado y pulido… Conseguir comunicar a ingenieros y diseñadores las posibilidades que nuestras máquinas les pueden ofrecen es la parte más difícil de nuestro trabajo”.
Para explora estas posibilidades la división AM de Sisma está generando colaboraciones con nuevos joyeros profesionales, como es el caso de un diseñador local que instaló en su taller una MySint y empezó a experimentar con ella llegando a producir algunas de las piezas que se pueden ver en las fotos que acompañan este artículo.
La división AM está creciendo rápidamente, junto con la demanda de impresoras 3D, especialmente en el sector de la industria dental, en joyería y cada vez más en el mundo profesional de la moda.
Los diseñadores de moda usan la MYSINt para crear piezas que se usaran una sola vez, estos objetos en el mundo de la moda son el equivalente a un coche de Fórmula 1 en la industria del automóvil. La joyería también es uno de los mercados en los que se tiene constancia de una mayor tasa de crecimiento en fabricación aditiva.
“Los clientes vienen a nosotros porque saben que la marca Sisma significa productos de calidad superior y un servicio y soporte post-venta “, dice Lisa . “Esta es una de las razones principales por las cuales un grupo grande como Trumpf nos ha elegido como socio en esta nueva aventura en el mundo de la fabricación aditiva”.
“Los clientes también eligen Sisma al saber que cumplimos con los requisitos que los fabricantes de joyas más solicitan. Por ejemplo, el brazo patentado que deposita la capa de polvo de metal reduce drásticamente el tiempo de acción para volver a la posición inicial después de cada pasada. O el hecho que MYSINT ofrezca la posibilidad de calcular con precisión la cantidad de polvo necesaria para producir cada pieza en concreto” Estas y otras características del proceso de producción pueden ser reguladas y controladas de forma muy sencilla a través del monitor con pantalla táctil que incorpora la máquina.
Las impresoras 3D MYSINT se han adoptado en otras muchas áreas como en el sector dental en la que actualmente presenta un mayor crecimiento. Los laboratorios dentales son cada vez más receptivos a la tecnología de fabricación aditiva ya que los beneficios son muy claros, una producción más rápida y mejor calidad aunque tal y como Lisa Explicó, de momento sólo los grandes laboratorios dentales pueden permitirse tener una impresora 3D de metal.
En el sector industrial y de ingeniería la impresión 3D se está abriendo paso poco a poco ya que de momento las dimensiones de la máquina de Sisma no permiten realizar aplicaciones de grandes dimensiones.
Actualmente las tres versiones diferentes de MYSINT100 (Moda, dentales e industriales) pueden trabajar con cobalto cromo , acero inoxidable , bronce , oro y otras aleaciones de metales preciosos. El titanio y otros materiales reactivos se están desarrollando y planificando actualmente en un módulo adicional que probablemente se presentará en las próximas ferias (Sisma exhibición en Euromold es que FormNext).
Probablemente esta no será la única novedad que provenga del fabricante italiano en un futuro próximo, tanto la joint venture con Trumpf como el interés creciente de los sectores industriales por la fabricación aditiva auguran a Sisma un futuro muy brillante.